En noviembre
del año pasado me presenté por primera vez a un concurso de escritura en mi
ciudad, llevaba tiempo pensando en ello pero no me decidía a dar el paso ya que
pensaba que no estaba preparada, que no era lo suficientemente buena como para
apuntarme. Pues bien, me dejé de tonterías y me puse a escribir. El concurso consistía
en escribir un mini relato de 100 a 150 palabras y para mi sorpresa mi relato
fue uno de los dos ganadores de la categoría de adultos. Os dejo el mini relato para que lo podáis leer
y decir que estoy muy agradecida a la gente que ha decidido que mi relato esté
entre los mejores.
Sé que todavía son
muy pocos los que me leen pero no hay nada que me haga más ilusión que
compartir lo que escribo poquito a poquito.
Mundo Interior
Si Hugo no deseaba salir al mundo exterior era
porque aquello que buscaba no lo encontraría en él. Cada noche antes de cerrar
sus ojos verdes le preguntaba ansioso a su madre el por qué de las rarezas de
la gente. Él era especial desde que nació. Su mundo interior rebosaba magia y
sabor, donde las princesas rescataban a sus príncipes, donde Garfio amaba a
Peter porque no había cocodrilos. Donde el mundo no era color de rosa sino
multicolor. Para el exterior tenía un trastorno. Pero las maravillas se miraban
con el alma y no con los ojos.
A pesar de
haber ganado sigo pensando que tengo mucho que aprender, que esto solo acaba de
empezar y que el concurso tampoco es que fuera de gran importancia nacional ni
nada por el estilo pero supongo que se empieza poco a poco hasta llegar a la
meta. Esto es lo que me gusta y los miedos no deberían de frenarnos nunca. Tengo fe de que el 2016 sea mi año del gran
cambio, un gran cambio en mi vida porque siento que no soy yo misma. Pero los
miedos y las inseguridades siempre me han llevado a hacer cosas que no me
satisfacen. Ahora me siento con fuerza para cambiar todo aquello que me hace
infeliz y para cuando finalice el 2016 poder decir que no fue un año cualquiera
sino que fue EL año. El año de mi vida.