miércoles, 5 de abril de 2017

Glorioso Guerrero

Sería muy sencillo decirte que te quiero, que te echo de menos o que mi vida sin ti no tiene sentido, pero todo eso es típico de películas americanas en las que se idealiza el amor de tal manera que cuando lo vives de verdad andas más perdido que un pingüino en un desierto. Seria muy sencillo llenar tus oídos de palabras maravillosas por el simple hecho de complacerte. Pero creo que tenemos la suerte de que ninguno de los dos se atreve a decir algo hasta que no lo siente fuerte en el corazón. Y es que prefiero tan solo una simple palabra verdadera a millones de ellas que no lo sean tanto.


Día a día va naciendo algo tan de verdad que ni yo misma entiendo cómo la vida nos ha podido unir en un mismo camino. Créeme cuando digo que se me dilatan las pupilas al verte y se me corta el aire si te tengo enfrente. Créeme cuando digo que te abrazaría tanto hasta quedarme sin respiración. Si supieras lo que siento cuando me rozas, me abrazas o me hablas creo que ni tú mismo te lo creerías.

Yo soy de esas personas que ni dicen ni demuestran lo que sienten por miedo a que le hagan daño. Necesito MUCHO tiempo para confiar plenamente en alguien y contigo me bastó una simple hora en nuestro famoso Parc Catalunya para sentir que quería conocerte. Para sentir que valía la pena salir más tarde del Corte Inglés a la hora de comer si eso significaba pasar un rato contigo.
Hay una frase que dice que las personas frías tienen los sentimientos más reales, pues esa soy yo. 
Créeme cuando digo que desde que empezó el año he ido aprendiendo a no tener miedo a decir lo que siento, sea malo o bueno, porque cuando te dije que me estaba enamorando de ti era verdad.

Solo puedo darte las gracias por demostrarme que te importo ni que sea un poquito, porque al fin y al cabo, creo que a los humanos lo único que nos hace realmente felices es sentirnos queridos por alguien. Que nos quieran tal y como somos y no nos pretendan cambiar. Gracias por hablarme ese 12 de Enero por WhatsApp, porque desde entonces no ha habido ni un solo día en el que hayamos parado. Ya van 3 meses desde el primer día que quedamos y sonará típico pero parece que fue ayer... No quiero pensar que me estoy precipitando al decirte todo esto, porque cada una de mis palabras salen cuando más necesitan ser escuchadas.
Solo quiero que sigas siendo tú mismo, que vayamos aprendiendo y mejorando juntos, y que nada nos haga quedarnos parados. Que esto solo acaba de empezar, nos queda mucho por vivir y es contigo con quien quiero hacerlo.

Espero hacerte sonreír todos los días, al igual que lo hago yo cuando pienso en ti. Que sepas que echo de menos tus abrazos cada segundo y que si no fuese una pequeña pingüina sería un Koala todo el día durmiendo pegada a ti.

PD: Cuento los segundos que faltan para que los labios que leen estas lineas rocen los míos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario